¿Qué es la caza a rececho y cómo se practica?

La caza a rececho es una modalidad de caza que ha sido utilizado temporalmente para cazar animales de caza mayor. Una técnica de caza basada en la perseverancia y la observación. Siendo muy habitual para la caza del jabalí, el ciervo y el corzo. Animales a los que, por lo general, resulta muy complicado acercarse.

Normalmente, se practica en una ubicación concreta, en una arboleda donde el cazador pueda observar a los animales sin alertar de su presencia. Con lo cual, cuando haya encontrado al animal que quiere abatir, es importante que esté preparado para esperar mucho tiempo antes realizar el disparo.

Debido a ello, se precisa de un conocimiento muy profundo del terreno, los animales y las condiciones meteorológicas. Pero también de una gran preparación y de mucha paciencia. Por este motivo, puede llegar a ser muy complicada de dominar, pero lo cierto es que resultan muy satisfactoria para los que la practican.

¿Cómo se realiza la caza a rececho?

La búsqueda se inicia al amanecer, ya que, muchas veces, los animales se mueven cuando sale el sol. El cazador tiene que buscar al animal desde una posición lejana, lo que quiere decir que tiene que permanecer lo suficientemente lejos como para que no pueda detectar su presencia.

En este sentido, es muy recomendable vestir ropa ligera para evitar hacer ruido y poder efectuar movimientos más amplios. Además, se evita el sudor excesivo que pude ser olfateado por los animales.

Cuando el cazador ha detectado a la presa, tiene que estimar la distancia a la que se encuentra. No es conveniente disparar a demasiada distancia, pues hay más posibilidades de fallar y podríamos poner en alerta al animal, provocando que salga huyendo. Pero también tiene que asegurarse de que se encuentra en un lugar donde sea casi imposible ser percibido por el animal.

Es fundamental que el cazador observe a su alrededor para detectar colores, formas y movimientos que identifiquen a sus presas. En este sentido, la visión periférica es clave, ya que los animales muchas veces pueden moverse al borde de la vista del cazador.

Cuando el cazador esté preparado, debe decidir cuál es el mejor momento para disparar. Debe tener en cuenta el tamaño y el ejemplar a abatir, las condiciones del viento, la distancia del entorno y la localización exacta de la presa. Tiene que apuntar con cuidado y disparar al corazón o a la cabeza del animal. Si lo hace en una pata o en la barriga, el animal podría quedar solamente herido y salir huyendo.

¿Qué especies se cazan a rececho?

En España, la modalidad de caza a rececho se practica para la mayoría de las especies de caza mayor, salvo el jabalí, que se caza normalmente en montería, gancho, batida o espera. Por lo general, se suele emplear en los meses de primavera y verano y para hacerse con grandes trofeos de gamos y ciervos en sus respectivos momentos de celo (ronca y berrea). Pero también para arruís y muflones. No obstante, destacan especialmente tres especies:

  • Rebecos cantábricos y machos monteses: son especies que solamente se encuentran en España. Exigen de una gran preparación tanto física como mental para afrontarlo, ya que son de gran dureza debido a las condiciones orográficas y climatológicas.
  • Boc Balear y cabra salvaje mallorquina: se trata de una especie endémica de España que solamente se localiza en Mallorca, donde pueden cazarse solamente en cotos que posean el Certificado de Calidad concedido por la Administración. Hor eso, muchos cazadores extranjeros que viajan hasta la isla para disfrutar de esta emocionante experiencia y conseguir trofeos únicos.

Ventajas e inconvenientes de la caza a rececho

Generalmente, es una de las modalidades de caza más eficaces para abatir a ejemplares de caza mayor. Y, además, supone una gran oportunidad de disfrutar de paisajes salvajes de increíble belleza y conocer de cerca los hábitats de los animales.

En contraposición, precisa de un alto grado de habilidad e incluso un poco de suerte para mantenerse dentro del alcance de un tiro eficaz sin ser delatado. Hay que tener en cuenta los movimientos pueden alertar a los animales. Pero además, es necesario tomar ciertas medidas para evitar que otros cazadores se confundan y disparen.

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