Como ya sabrás, la caza de montería es una modalidad cinegética única en el mundo que forma parte de la tradición rural de nuestro país y que cuenta con más de ocho siglos de antigüedad, siendo actualmente la reina de la caza mayor. Su origen se remonta a zonas remotas de Extremadura y Andalucía y, aunque ha ido cambiando a lo largo del tiempo, se ha ido modernizando, manteniendo la esencia de los inicios.

Por lo general, la veda se abre en el mes de octubre y se extiende hasta el mes de febrero. Su elemento diferenciador con respecto a otros tipos de caza son las rehalas, imprescindibles para su desarrollo. Consiste en delimitar una zona del terreno en concreto, normalmente de sierra o dehesa, con un número específico de cazadores situados de forma estratégica en zonas de paso y de huida natural de los animales. Después, se procede a solar a los perros de forma simultánea para batir la mancha y hacer que las reses se levanten de sus encames, intentando los cazadores abatirlos  durante la huida.

Pero, ¿sabías que según la zona de Andalucía en la que se encuentre la finca podemos encontrar distintas especies? ¿Qué animales se pueden caza en montería en Andalucía?

¿Qué animales podemos cazar en montería en Andalucía?

Los animales más habituales que pueden abatirse en montería en los cotos de Andalucía son los siguientes:

1. Ciervo

A principios del siglo XX, el venado estuvo en grave peligro de desaparición, pero se procedió a su repoblación con fines cinegéticos, lo que ayudó a evitar su extinción. En la actualidad, son una comunidad fuerte que goza de excelente salud gracias a la labor desarrollada por los propietarios y trabajadores de los cotos de caza. La zona donde más abundan es Sierra Morena, una zona montañosa de altitud media y pendientes suaves, situada entre Huelva y Jaén.

2. Muflón

El muflón fue introducido en la Sierra de Cazorla a mediados del siglo XX desde la isla de Córcega. Actualmente, se asienta principalmente en Sierra Morena, al norte de las provincias de Córdoba y Jaén. Su singular cornamenta lo convierte en un trofeo muy codiciado por los amantes de la caza.

3. Jabalí

El jabalí es un animal con una gran capacidad de adaptación y con una alimentación muy variada. En Andalucía, su único depredador es el hombre, por lo que ha experimentado un importante aumento desde la década de los 90. Su hábitat suelen ser  bosques de coníferas, zonas de matorral y vegetación mediterránea, como las sierras de Andújar y Hornachuelos.  Debido a su expansión, cada vez ha sido más necesaria la autorización de la caza de estos animales para evitar que generen daños en los cultivos o que mermen las poblaciones de perdices y conejos.

4. Cabra montés

Andalucía es la región donde pueden encontrarse más ejemplares de cabra montés de toda España. La especia andaluza es distinta a la que puede encontrarse, por ejemplo, en la Sierra de Gredos. De hecho, en cuestiones de trofeo, existen dos subespecies: el macho montés del sureste, en los macizos montañosos de Almería, Granada, Jaén y el este de Málaga; y la de Ronda, especialmente en la Sierra de las Nieves.

5. Corzo

El corzo morisco es un animal que solamente se encuentra en Andalucía. A diferencia de sus congéneres españoles y europeos, no tiene babaero blanco, es mayor tamaño y su cabeza es más ancha y corta. Abundando sobre todo en la Sierra de Cádiz, pero cada vez es más habitual verlos en Málaga. Su época de caza se extiende entre el 5 de marzo y el 5 ade abril y entre el 10 de julio y el 15 de agosto.

6. Gamo

De menor tamaño que el venado, el gamo es una de las especies más habituales de toda la Península Ibérica. En Andalucía se encuentra principalmente en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla y Segura y en el Parque Nacional de Doñana.

7. Arruí

Es una especie de bóvido originario de Egipto y Marruecos que se introdujo en la Península Ibérica en la década de los 70. Podemos encontrarla en mayor abundancia en la Sierra de Orce de Granada y en la Sierra de María-Los Vélez en Almería. En la actualidad, existe un debate abierto sobre su erradicación o su conservación de forma controlada en los cotos de caza.