Primeros Auxilios para perros de caza: ¿qué hacer en caso de accidente?

Además de fieles, debido a su desarrollado olfato y a su increíble capacidad de orientación, los perros son animales ideales para la caza. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a lo largo de una jornada de caza, nuestros compañeros caninos se exponen a numerosas tensiones, esfuerzos y circunstancias que pueden ocasionar un accidente.
Por eso, en este artículo queremos mostrarte la manera de actuar y darte algunos consejos sobre primeros auxilios para perros de caza, de manera que puedas atenderlo en caso de que le ocurra algún percance.

¿Cuáles son los accidentes más habituales en perros de caza?

Uno de los problemas más habituales con los que podemos encontrarnos son las lesiones en los huesos, que pueden estar producidas por traumatismos. Este tipo de daños, en la mayor parte de los casos, requieren de cirugía, pero es importante que tengamos algunos conocimientos básicos para inmovilizar la pata de forma inmediata, sacarlo del terreno y llevarlo lo antes posible al veterinario.
Pero también son frecuentes las lesiones musculares debido a ejercicios bruscos o excesivos. Las situaciones más extremas se dan cuando se produce un desgarro o una rotura del músculo del perro. En estos casos, lo que debemos hacer es colocar un poco de hielo en la zona afectada lo antes posible y acudir al veterinario lo antes posible.
Por otro lado, hay veces en las que los perros pueden llegar a cansarse demasiado. Los perros no saben controlar el agotamiento, por lo que es el propio cazador el que debe conocer a sus perros y tener claro cuál es el momento en el que ha alcanzado su límite para evitar que caiga exhausto.

Técnicas básicas de primeros auxilios para perros de caza


Los primeros auxilios son una serie de procedimientos para ayudar a un perro de caza ante cualquier incidente que pueda producirse durante la jornada en el campo. Tienen que llevarse a cabo rápidamente y de manera provisional antes de acudir al veterinario para que lo examine. Aplicar estos conocimientos adecuadamente puede ser la diferencia entre que el animal se cure o que sufra consecuencias más graves, estando muchas veces en riesgo incluso su propia vida.
Del mismo modo que cuando se produce un accidente en otros ámbitos, lo fundamental es mantener la calma e intentar que el animal de tranquilice para poder llevar a cabo los cuidados necesarios. Hay que valorar la gravedad de la situación para determinar si se puede solucionar con una cura sencilla o si es necesario acudir al veterinario. Pero además, es recomendable encontrar un sitio seguro para auxiliar al animal y evitar exponerse a otros peligros.

  • Para saber si el animal se encuentra consciente, uno de los procedimientos de primeros auxilios más efectivos es provocar un estímulo de dolor. Si no responde, debemos acercar nuestra cara al hocico para comprobar si sigue respirando. Si continúa teniendo pulso pero no se mueve, lo que debemos hacer es series de reanimación cardiopulmonar. Si no sabemos cómo hacerlo, los mejor es acudir inmediatamente al veterinario.
  • Cuando el perro está consciente, hay que colocarlo en posición lateral de seguridad y procurar que pueda respirar bien sin que haya riesgo de asfixia con su propia lengua o con cualquier objeto que haya ingerido.
  • Si el accidente se ha producido porque el perro ha bebido demasiada agua, hay que intentar que el perro expulse la mayor cantidad posible. Para ello, tenemos que colocarlo boca abajo o bien tumbado de modo que la cabeza quede situada en una posición inferior.
  • Si el animal sufre una hemorragia, debemos limpiar la zona y aplicar yodo o agua oxigenada. Si el sangrado es muy grave, puede ejercerse presión sobre la herida durante unos minutos, pero jamás hay que realizar un torniquete.
  • Las quemaduras pueden aliviarse aplicando agua fría con jabón sobre la zona y, después, una crema específica para ello. Además, es aconsejable tapar la zona para evitar que se infecte.
  • Si el animal ha sufrido alguna herida, antes de comenzar la cura es recomendable ponerle un bozal para que no pueda morder. Es fundamental hacerlo con cuidado para que no se ahogue o comience a vomitar.
  • Si el animal ha ingerido veneno, debemos intentar que vomite, pero sobre todo, debemos acudir al veterinario lo antes posible.
  • Entre los perros de caza también son habituales los golpes de calor. En estos casos, debemos mojarlos con agua hasta que recuperen su temperatura normal. También es importante que beba agua, pero despacio.

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