¿Desde cuándo se usan los perros para cazar?

¿Sabías que hace 12.000 años los perros ya eran usados por los humanos para la caza? Es lo que se desprende de una investigación llevada a cabo recientemente por investigadores de la Universidad de Copenhaguen (Dinamarca), que ha descubierto evidencias de perros usados en cacerías en Jordania. Estaríamos hablando del ejemplo más antiguo de perros utilizados en cacerías a principios del Neolítico, lo que explicaría el gran incremento de las liebres y otros pequeños animales de presa entre los restos arqueológicos del sitio Shubayqa 6.

La caza con perros parece haber estado relacionada con el cambio climático y con la sobrepoblación en la época y no con que los humanos necesitara encontrar más alimento. Se sabe perfectamente de la larga historia de la utilización de perros  para cazar presas pequeñas y grandes en este territorio, por lo que es lógico pensar que empezarona usarse sobre todo cuando las presas comenzaron a ser abundantes.

Pero también existen otras teorías sobre el momento en el que el perro y el humano empezaron a convertirse en inseparables en esta actividad. No sabemos a ciencia cierta si fue el hombre el que aprendió del lobo o si fue al revés, pero es bastante plausible que unos y otros llegaran a aprovecharse de las virtudes ajenas para beneficiarse en las cacería e incluso compartir las presas. Prueba de ello es que se han encontrado huesos con signos inequívocos de haber pasado por el sistema digestivo de otro animal y que, debido a su tamaño, se trataría de perros y no de humanos.

Todo apunta a que esta teoría simbiótica es la más probable y explica la progresiva evolución del lobo hasta convertirse en un animal doméstico. Según una investigación publicada en el año 2003 en la revista Science, teniendo en cuenta un detallado estudio del mapa genético de los canes, su aparición se habría producido hace unos 14.000 años en China. Incluso hay teorías que indican que toda la población actual de perros de Europa y Asia procederían de tres lobas primigenias. No obstante, esta teoría ha ido perdiendo credibilidad tras el descubrimiento de los restos fósiles de un perro de hace 31.700 años en la cueva de Goyet (Bélgica).

Perro de caza por completo

Aunque el origen de la relación entre los lobos y los humanos no está todavía completamente clara, lo cierto es que a partir de este momento el mundo se fue llenando de perros que, en función de sus características, se fueron diferenciando a lo largo de miles de años en numerosas razas. Lo más curioso es que el perro y el lobo siguen compartiendo el 99% del ADN, y absolutamente todos los perros del mundo tienen el mismo mapa genético.

Así pues, aunque a priori parezca que no tienen nada que ver por su apesto, un Huskey Siberiano y un Bulldog tienen exactamente los mismos genes. El motivo de que esto ocurra es que se fueron adaptando al medio en el que vivían y, gracias a la ayuda de los humanos, fueron cambiando hasta convertirse en el aliado perfecto para según que cometidos, siendo la caza precisamente uno de ellos. Alrededor de esta actividad fueron surgiendo muchas razas distintas que han ido evolucionando hasta la atcualidad.

¿Cuáles son los mejores perros de caza?

  • Griffon de pelo duro: a mediados del siglo XIX, Eduar Korthals seleccionó a siete grifones para mezclároslo con otros de muestra ingleses para conseguir un perro perfecto para la caza. De esta forma, fue obteniendo una serie de ejemplares cuyas características morfológicas y de carácter se ajustaban perfectamente a las necesidades de esta actividad. En 1870 estos grifones fueron mezclados con barbers y bracos alemanes, dando lugar al griffon de pelo duro.
  • Pachón navarro: un extraordinario perro español que a punto estuvo de extinguirse debido a su mezcla con perros de otros países. Fue Carlos Contera el que lo salvó de su desaparición. Después de muchos kilómetros de búsqueda dio con tres ejemplares con dotes de cazado y que dieron una descendencia de gran pureza.
  • Setter inglés: esta raza surgió a finales de la Edad Media en Francia, probablemente a través de líneas antiguas de braco y pointer. No obstante, la evolución de la raza siguió de forma íntegra en Inglaterra. Edwars Laverack decidió invertir el dinero de su herencia en la depuración y cría del arcaico setter del Condado de Shorp, que contaba con muy buenas aptitudes de caza, pero con una apariencia poco agraciada. De esta forma consiguió un magnífico perro que fue usado por Richard Purcell Llewellin para conseguir el setter gordon y el setter irlandés, ideales para la caza de aves.
  • Perdiguero de Burgos: el pariente más cercano a esta raza es el braco italiano. Es complicado concretar cuál de ellos dio lugar al otro, pues su relación se remonta a la época en la que el Piamonte era de España y la caza era una de las actividades preferidas por los aristócratas. Fue un oficial alemán de la Legión de Guelfa quien menciona en el listado del embarque de regreso a sus país unos cuantos perros llamados perdiguero de Burgos.

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